miércoles, 21 de noviembre de 2007

Después de brindar

Su último novio se llamaba Fidel y ha sido, con diferencia, el que más daño le ha hecho. Y eso es mucho decir, porque la lista de novios de mi hermano ha sido muy larga y algunos eran verdaderos especialistas en eso de joderle. Pero tan cabrones como éste, ninguno.

Fidel es uno de los diseñadores gráficos más cotizados de la ciudad y si a eso le sumas sus ojos verdes, su sonrisa encantadora, su corte de pelo a la última y su 1,90 el resultado es el gordo de la primitiva. Y a mi hermano le tocó un sábado por la noche en el Tupperware, uno de esos antros de Malasaña que una no acaba de entender nunca porque están tan de moda.

El porqué un tío así se fijó en mi hermano sigue siendo una incógnita para mí. Quizá porque cuando estás tan bueno llegará un momento en que te aburras de follarte a tíos tan guapos como tú y te dé por probar otras cosas, otros platos. Dicen que el champan a diario sabe a gaseosa y se ve que éste debía estar hasta los huevos de Dom Pérignon.



Ni que decir tiene que mi hermano, prescindiendo del físico y del dinero, le daba mil vueltas. Pero no nos engañemos, en la lista de las cosas que importan en una relación, el corazón y el cerebro están bastante por detrás de los músculos, los centímetros y la cartera.

La penúltima que le hizo fue despreciarle un collar de 600 euros, diciéndole que una horterada así no se la ponía ni Rappel. Y la última fue liarse, en su puta cara, con un tío clavado a Brad Pitt. Por lo menos esto sirvió por fin para que de una vez por todas mi hermano entendiera que se tenía que olvidar de semejante elemento.

Tampoco digo que Fidel fuera el único culpable de la infelicidad de mi hermano, todos pusimos nuestro granito de arena. Y el primero él mismo, que tenía una habilidad especial para escoger siempre la peor opción de todas las posibles. Sin ir más lejos, al nacer escogió la belleza de los Astarloa y el cuerpo de los Brufau, cuando la opción correcta era la contraria. Es decir, que mientras sus hermanas heredamos la belleza de mamá y la altura de papá, él lo hizó al revés, bajito como mamá y feo como papá.

Tampoco ser gay en una familia de militares era una opción demasiado acertada. Ver a mi hermano en las competiciones para hijos de militares que se organizaban en el cuartel con motivo de la Pascua Militar era todo un show y la cara de mi padre un poema. Bueno, para cara la que puso cuando mi hermano apareció en mi boda con una levita azul cielo a lo Beckham de la mano de un maromo de casi dos metros. Que para más inri era negro. A mí me entró la risita floja y no me hice pis en las bragas de milagro.

El maromo se llamaba Eusebio y era un cocinero mozambiqueño del restaurante de comida rápida donde mi hermano acabó trabajando, tras dejar colgada la carrera de Derecho en el último curso y un fugaz paso por la facultad de Filosofía. No era el trabajo soñado, pero ganaba lo suficiente como para pagar el alquiler y el curso de interpretación, su última, tardía y, según él, "verdadera vocación".

Cuando en las reuniones familiares inevitablemente eres comparado con tus perfectas hermanitas, dueñas de un estudio de arquitectura, con hijos y maridos de anuncio de electrodomésticos, es fácil entender que las trates de evitar por todos los medios, con excusas de todo tipo. Su vieja gata Gloria era toda una experta en estar a punto de morir cuando llegaban determinadas fechas, como las navidades o los cumpleaños de mis padres.

Pero sorprendentemente esa Nochebuena sí que apareció, impecable con su traje negro de Armani (no sé como demonios se lo podía permitir) y sus enormes gafas de sol, complemento útil para ocultar unas ojeras y unos ojos que evidenciaban no haber pasado precisamente una plácida noche.

Después de brindar se levantó y se despidió de los comensales. Antes de entrar en su habitación, donde todavía seguían colgados los viejos pósters de Madonna y Axl Rose, pasó por el despacho de papá y cogió la pistola que el viejo guardaba bajo llave en el primer cajón de su escritorio.

Justo cuando mamá salía sonriente de la cocina con una bandeja repleta de turrones y mazapanes se escuchó un disparo. El ruido de la bandeja de plata al golpear el suelo coincidió con el último gong del viejo reloj de pared que anunciaba que ya era medianoche.



(basado en la canción "Después de brindar" de Ariel Rot)

jueves, 15 de noviembre de 2007

Despedidas y regalos


Hace unos días se despidió Fran, compañero de trabajo en la Junta, que dejó su puesto en Toledo para irse a su ciudad natal, Albacete, para así poder estar con Elena, su mujer, y con el pequeño Alberto, que nació hace tan solo un par de semanas.

Unos días antes se había ido otra gran compañera de trabajo y de cafés, Mari Carmen, que ha cambiado la presidencia de la Junta por el Sescam. Y algo después nos dejó también otro compañero, Juanjo (legolas), para marcharse a Galicia, su tierra.

Han sido tres bajas importantes, porque a los tres les apreciaba mucho. La verdad que se les echa de menos, pero como sé que les va muy bien y que era su deseo irse sólo me queda alegrarme por ellos.

Cuando se fue Fran organizó una comida de despedida y decidimos comprarle un regalillo entre unos compañeros. Le compramos un libro sobre cine, que es una de sus pasiones. Las artífices del regalo fueron Maite y Carmen, y el ideólogo, al que se le ocurrió qué comprarle, Álvaro.

Yo la verdad que había propuesto otro regalo, contratar una stripper para que amenizara la comida de despedida. No me digáis que no es un regalo original. Y a buen seguro le hubiera gustado por lo menos tanto como el libro.

Hombre, lo del libro tuvo su parte buena, porque al final de la comida nos pidió que se lo dedicáramos y todos pudimos ponerle unas palabras cariñosas que siempre tendrá ahí de recuerdo. Que no digo yo que en la stripper no pudiéramos haberlo hecho igual, pero quizá la letra hubiera salido algo más irregular.



Además, llevarse a la stripper a casa no sé, igual a Elena no le había hecho gracia, que las tías sois así de raras. Me veo a Fran llegando con la Vane a Albacete con cara de póker y dándole explicaciones a su señora “que no te enfades, cariño, si es que es un regalo que me han hecho los compañeros. A ver que querías que hiciera, no les voy a hacer un feo. Si a mí tampoco te creas me gusta, hubiera preferido algo más clásico, una corbata…”. Ya. No se lo cree ni él.

Y que luego nos habría salido por un pico, porque estas señoras tengo entendido que cobran por horas, y con la subida de los tipos de interés y la inflación tampoco están nuestras economías muy boyantes.

Además, yo creo que tener una stripper en casa acabará cansando, ¿no? Al principio muy bien, pero luego con la convivencia empezaran a surgir los típicos roces, del tipo “perdona, Vane, ¿te importaría tener un poquito de cuidado cuando arrojes tu tanga? Ha caído justo en mi plato de sopa” o “Vane, ¿por qué no vas a contonearte a otro sitio, que estoy intentando ver el partido y tu culete me impide ver la pantalla?”.

Así que mejor el libro, seguro. Vamos, digo yo. ¿O no?

Descubriendo Nessun dorma



Sole, una compañera de trabajo, a raíz de la muerte de Pavarotti me mandó por mail una grabación de una de sus actuaciones. No soy aficionado a la ópera, la verdad, no distingo un tenor de un barítono, ni un oboe de una tuba, pero me puse los cascos y abrí el archivo mp3 dispuesto a escucharlo, pensando, todo hay que decirlo, que sería un rollete. Bueno, pues tengo que decir que la canción me puso la carne de gallina, literalmente. Me encantó. Sobre todo la parte final es impresionante. La canción era Nessun Dorma, de la ópera Turandot, de Puccini.


Bueno, pues a partir de haber escuchado el Nessun Dorma por primera vez, desde ese momento, la he vuelto a escuchar un montón de veces, en anuncios, en el hilo musical del dentista, en la radio. Incluso Buenafuente hace unos días hizo un playback con esta canción. Es curioso como algo que ha permanecido oculto toda tu vida de repente en unos días aparece por todas partes.


Os cuento un poco de que va la ópera Turandot para comprender mejor el Nessun Dorma. Turandot es una princesa china, hija del emperador, que anuncia que se casará con aquel príncipe que responda correctamente a 3 acertijos. El precio por fallar es caro, la muerte. Aún así hay muchos valientes que aceptan el reto, pero ninguno es capaz de superarlo. Hasta que llega Calaf, un príncipe tártaro, que acierta las 3 adivinanzas, superando así la prueba.

Ante la desesperación de Turandot, que no quiere casarse de ninguna manera con Calaf, éste, galantemente, le concede una oportunidad para librarle del futuro matrimonio: si ella adivina su nombre antes del alba, él morirá.

Nessun Dorma (nadie duerma) es el aviso que van dando por las calles de Pekín los hombres del rey para que todo el mundo intente averiguar el nombre del príncipe antes de que amanezca, con pena de muerte incluida para aquel que sepa el nombre del príncipe y no lo diga.

El aria es interpretado por el príncipe, pletórico y seguro de su victoria, mientras contempla las estrellas, deseoso de que la noche pase rápidamente y llegue el alba ("All’alba vincerò! Vincerò! Vincerò!").

Muchos grandes tenores han interpretado este aria, entre ellos Plácido Domingo, José Carreras y, por su puesto, Pavarotti. Aquí os pongo el vídeo con la actuación de Luciano Pavarotti. Gracias, Sole, por descubrirme esta maravilla.



miércoles, 14 de noviembre de 2007

Ayer subí con Lucía a la biblioteca a sacar unos cuentos y unas películas de dibujos. Al final terminamos cogiendo pelis de los Teletubbies, como casi siempre, que son sus favoritos. A mí me parecen un coñazo tremendo. Mira que yo intento reconducir a Lucía a los dibujos de mi época: Heidi, Jackie y Nuca, la Abeja Maya, Banner y Flappy...

Pero no hay manera, cuando cogemos uno de éstos me gustan más a mí que a la niña. Ella lo ve un rato, pero luego se cansa, va al cajón y saca uno de los Teletubbies. “¡Joer, Lucía, que ahora está en lo más interesante, no ves que un cazador está a punto de cargarse a la mamá de Jackie y Nuca! ¡No tienes sentimientos o qué!”, le digo yo, al borde de la lagrimilla.


Los únicos de los clásicos que han conseguido triunfar han sido los Payasos de la tele. Alucinante. Se los pones y se queda embobada. Sobre todo con las canciones. Y yo más embobao todavía, claro. ¡Si ayer me sorprendí a mí mismo tarareando por la calle “no hay nada más lindo que la familia unida, unida por los lazos del amor”! Madre mía, qué vergüenza, parecía un anuncio de la Conferencia Episcopal.

Bueno, os pongo un vídeo de los payasos, que seguro que os trae buenos recuerdos. Precisamente la canción que os decía, la de la familia unida, que la cantaba Fofito, quien por desgracia no se puede aplicar el cuento, porque desde hace muchos años no se habla con su primo, el todopoderoso Emilio Aragón.



Y otra cosa, acabo con una nota informativa, sobre todo para los padres. A la salida de la biblio dimos un paseo por Zocodover y viendo que ya están poniendo los adornos navideños en las calles, le digo yo, todo pastelito, “¡Lucía, que ya pronto va a ser Navidad y van a venir Papá Noel y los Reyes Magos!”. Y me contesta, “¡Síííí! ¡Y los piratas! ¡Y los gatitos!”.


Joder, con éstos no contaba yo. Se ve que el Corte Inglés se los ha sacado de la manga para que nos gastemos todavía más dinero. Miraré en el calendario a ver si pone que día vienen. Menuda ruina...





lunes, 12 de noviembre de 2007

Casi todos de acuerdo

La verdad que el Rey me ha sorprendido. Y además para bien. No sólo por el carácter que mostró al decirle a Chávez “¿por qué no te callas?”, sino porque se le veía muy despierto. Yo pensaba que siempre que asistía a un acto, en cuanto soltaba su discurso, se quedaba traspuesto. Bueno, y yo creo que incluso durante, porque habla como si estuviera medio dormido, no se le entiende nada.

Tengo entendido que el Rey encima está un poco sordo, con lo cual se quedará tan a gustito en su sillón mientras los demás sueltan su rollo. Estará pendiente de lo que hace el de al lado por si tiene que aplaudir o levantarse, para no dar la nota. (¡Coño, que ya se levantan, dabuti! ¡Aún me da tiempo de pasarme por el bar de Juanito a tomar el vermouth con éstos! Traliro-liro-rero, traliro-lará…)

En general la prensa y los políticos han sido unánimes defendiendo al Rey, cosa rara en este país. Todos de acuerdo.

Bueno, todos no, que el pobre Llamazares ha dado la nota. Así no vamos a pasar ni del 3% en las generales, Gaspar. Mal está apuntarse siempre a caballo ganador, pero, joer, apuntarse a caballo perdedor...no le veo yo beneficio al asunto.

De todas maneras, decir que el Rey estuvo bien es muy relativo, porque si hubiera sido al revés estaríamos quemando en la hoguera a Chávez diciendo que es un maleducado, un soberbio, que quien es él para decirle al Rey que se calle, etc.

Es como cuando en el fútbol alguien da un codazo en la cara a un rival. Si ha sido uno del equipo rival es que es un asesino y había que dejarle un año sin jugar. Ahora, que si el que ha sacado el codo a pasear es de tu equipo “¡no hombre, no, ha saltado con los brazos abiertos para protegerse, ha sido sin querer!”. Pues algo así me parece esto.

(Releyendo este post me da la impresión de que en lugar de subirme al carro ganador me he subido a la borrica de Gaspar...)

viernes, 9 de noviembre de 2007

Un poquito de hipocresía verde

A cuenta del primo de Rajoy, de Al Gore y de todo lo que se está hablando sobre el cambio climático estos días se me ha ocurrido esta viñeta. Vaya por delante que el tema del cambio climático me parece algo muy serio y que todos nos deberíamos poner las pilas para intentar dejar un mundo en condiciones a nuestros hijos. Pero es que muchos, entre los que me incluyo el primero, que nos consideramos "ecologistas", que nos ponemos camisetas de "save the world", que ponemos a parir a los políticos por incumplir el protocolo de Kioto, etc, resulta que llegado el momento no sabemos estar sin aire acondicionado, cogemos el coche hasta para ir a por el pan, plantamos césped en el jardín que queda muy bonito y nos hacemos una piscina para remojarnos el culete en verano...




jueves, 8 de noviembre de 2007

Aunque no sea de Gabo

Hace unos meses, en la boda de mi primo Alberto, al alcalde que "ofició" la ceremonia se le ocurrió leer unos versos de un poema de Gabriel García Márquez. Me gustaron mucho, así que cuando tuve ocasión indagué en Internet para poder leer el poema completo. Y resulta que además del poema me encontré con una historia bastante curiosa.


Os cuento, supuestamente ese poema había partido del propio García Márquez que se lo había mandado a sus amigos íntimos en una carta en la que les anunciaba que estaba gravemente enfermo. El poema es un canto a la vida, una especie de "carpe diem", con lo cual la cosa tenía bastante sentido. Y el poema corrió como la pólvora, supongo que más de uno soltó una lagrimita a cuenta del poemita y del pobre Gabo, y todos pensando "¡qué poema más lindo!".


Pues el tema es que unos meses después, en una entrevista, le preguntaron a García Márquez por este poema y dijo que no era suyo y que además el tema le molestaba mucho, no porque especularan con su supuesta enfermedad, ¡sino porque la gente creyera que él había podido escribir algo tan malo!


Vaya con los bulos, la globalización y el Internés de las narices...y el pobre alcalde de Getafe soltando el falso poema de García Márquez cada vez que casa a alguien...


Por si a alguno le pica el gusanillo pongo aquí el poema, diciendo, con reservas eso sí, porque que salga en Internet no quiere decir que sea cierto, que su autor es un humorista y ventrílocuo mexicano, que se llama Johnny Welch. Y añado que a mí el poema me gusta mucho , que queréis que os diga, algunos versos me parecen preciosos. Aunque no sea de Gabo. Y aunque diga que es malísimo.


"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.

Escucharía cuando los demás hablan y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate. Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma.

Dios mío, si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol.


Pintaría con un sueño de van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna.


Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos... dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... no dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.

Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.

A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido.


Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... he aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por vez primera, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.


He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.


Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.