jueves, 17 de septiembre de 2009

Como ocuparte de tu bebé sin soltar el mando de la Play

“Pero, ¿vais a sacar a Alba así a la calle? ¡Si la pobre va en ropa interior!" Este comentario que me hizo un familiar el otro día sirvió para que me percatara de una cosa que hasta ahora me estaba pasando desapercibida: la cantidad de diferencias que hay entre la forma en la que estamos tratando a Alba y la forma en que tratábamos a Lucía. Y es que, por lo que estoy comprobando en nuestro caso y también por lo que veo en otras familias cercanas, los cuidados y las atenciones que das a tu segundo hijo no son exactamente los mismos que diste a tu primer hijo. Y estas diferencias creo que se acentúan a medida que aumenta el número de hijos, pero ese extremo no seré yo quien lo compruebe, lo dejo para los padres más lanzados.

Volviendo al comentario inicial, era verdad, realmente Alba iba sólo con el pañal y un body. Y entonces recordé que a Lucía jamás la hubiéramos sacado así de paseo, la llevábamos siempre arregladísima, su vestidito, su chaqueta de punto, sus zapatitos, sus leotardos...Vamos, a lo infanta Leonor. También es cierto que cuando nació Lucía era primavera y no hacía este calorón*. Ahora con Alba nada, ya os digo, el pañal, una camisetita y a correr. Tan ricamente. ¿Para que la vas a poner más ropa, con el calor que hace? Y además que ahora los pañales del Día vienen con unos dibujos monísimos, no pasa nada por que se vean.

Que ésa es otra, los pañales. Con Lucía únicamente utilizábamos los mejores pañales, los de la marca Dodot. Los mejores y los más caros, por supuesto. Sale a 50 cts el pañal, que cuando la acababas de poner uno limpio y justo se cagaba te daban ganas de apuntarlo para descontárselo de su futura paga. Pero daba igual que fueran caros, tenían que ser Dodot. “Es que los otros son más asperos, es que se sale el pis, es que…”. Y ahora en cambio los de las marcas blancas del Día o Mercadona te parecen extraordinarios. Por arte de magia lo que antes eran inconvenientes ahora son ventajas. ¿Qué se sale un poco el pis? Así está más fresquita, no pasa nada. ¿Qué son más asperos? Mejor, así se endurece la piel.

Pasa como con las cremas. Con Lucía, la crema hidratante para el cuerpo era de farmacia, la más cara; la crema que se da en la zona de la vagina y el culito igual, de farmacia, carísima. Con Alba no tenemos tantos miramientos, cremas normalitas, de marca blanca del súper y punto. Y eso si no se ha terminado, porque el otro día se nos acabó la suya y la tuve que dar un poco de mi after-shave.

- ¡Pero, animal, que haces dándole tu loción de afeitar a la niña en culo!
- Coño, ¿no es para calmar la irritación? ¡A ver si va a valer para mi cara y no va a valer para el culo de la niña!


Otra cosa que ha cambiado, el tema del médico. A Lucía la llevábamos a un pediatra particular. Rolando se llamaba, casi igual que el famoso futbolista del Madrid. Y casi cobraba lo mismo también, menudos clavos nos metía cada vez que íbamos...Pero daba igual, a la mínima que Lucía tenía unas décimas de fiebre o estaba unos días estreñida allí que nos íbamos. Y, ahora, en cambio, con Alba, vamos a la Seguridad Social y gracias. Y eso si vamos, porque entre un libro buenísimo que pillé en el rastro “Como ocuparte de tu bebé sin soltar el mando de la play” y que en Internet encuentras respuestas para todo, a veces ni eso. Aunque a veces reconozco que la situación se complica:

- Oye, Quique, que yo creo que deberíamos ir ya al pediatra, que ya la hemos untado tres veces los pies con mermelada de melocotón y crema de aguacate y la fiebre sigue sin bajar.

- ¡Uff, qué pereza, con el calor que hace! Vamos a hacer un último intento...Ummm, mira, estoy leyendo en Internet que lo que va de miedo para combatir el calor es tomar una cerveza bien fría. Vamos a probar. Eso sí, dale una sin alcohol, que somos unos padres responsables ….


Otra diferencia es a la hora de sacarles los gases. Por si alguien no lo sabe, a los bebés, después de cada toma, hay que incorporarlos y darles toquecitos en la espalda hasta que echen algún gas. Por cierto, esta expresión siempre me ha hecho gracia, "echar un gasecito", que el que no sepa de que va el asunto se acojonará, pensará "Ostras, ¿qué va a salir por esa boquita, butano? ¿Gas lacrimógeno como el que usan los antidisturbios?". Vamos, hablando claro, que el bebé tiene que soltar un eructo y eso unas veces lo consigues al primer toque y otras te puedes tirar una hora y que el bebé no suelte nada. Bien, pues con tu primer hijo te tirabas el tiempo que hiciera falta dando golpecitos en la espalda a la criatura pasillo arriba, pasillo abajo, hasta que por fin soltara el dichoso eructo. Que, joder, cuando por fin se lo tiraba te entraba tal alegría que salías corriendo con el bebé por el pasillo como un loco como si fueras un futbolista celebrando un gol importantísimo. Sólo faltaba la voz de José Ángel de la Casa diciendo lo de "Gooooool de Señor!!!!!!!!" (gallito incluido). Ahora, en cambio, si a los dos minutos Alba no ha soltado un eructo se siente, a la cuna. Sobre todo si es de noche y está el padre deseando pillar la cama. Y si tu mujer es más estricta que tú -que por definición lo será, seguro- y te pregunta extrañada: “¿Ya ha echado el aire? ¿Tan rápido?” Tú la mientes como un campeón y te quedas tan pancho: “Ya ves, súper rápido, cariño. Se ve que ha sido por la cerveza que la dimos antes….” .


Otra de las diferencias más significativas, las visitas. Con el primero te viene a ver todo el mundo, incluso la gente que no ves desde hace un siglo. Recuerdo una llamada de mi padre:

- Quique, ¿cuando te viene bien que vayamos a veros?
- Pues, a ver, déjame mirar la agenda...podéis venir el jueves entre las 18.30 y las 19.00, que se me ha quedado un hueco libre porque ha llamado Andresito que al final no puede venir.
- ¿Andresito, el primo de Burgos?
- No, Andresito el que iba conmigo a parvulitos.
- Vaya, no sabía que mantuvierais el contacto.
- No, si no lo mantenemos, no nos vemos desde el cole, pero se ha enterado y quiere venir a vernos.



Ahora, en cambio, es al revés, tienes que llamar tú a la gente para que venga:

- Hola, papá. Mira, que te llamaba porque este sábado vamos a estar todo el día en casa, no vamos a ir a ningún sitio... Lo digo por si queríais venir a ver a la niña.
- ¿A qué niña, a Lucía?
- Ehhhhh, bueno, también, claro, pero más que por Lucía lo decía por Alba, como todavía no la conocéis…
- ¡Ah, Alba! Es verdad, que ya ha nacido.
- Hombre, papá, y tanto que ya ha nacido, si la pobre ya va a cumplir tres meses...


Y ya para acabar, otra diferencia, el tema de las fotos. A estas alturas con Lucía ya habíamos llenado un par de álbumes y, en cambio, con Alba, no tenemos ni una sola foto en papel. Sólo tengo unas cuantas en el móvil. Y eso de milagro, porque no me quedaba memoria disponible y tuve que decidir si conservaba el politono de Paco, Paco, Paco o le hacía una foto a mi hija recién nacida. Y decidí lo segundo, por supuesto. Eso sí, tras una buena ostieja de mi mujer que me hizo recapacitar, porque yo había decidido lo primero. No me miréis así, que vosotros seguro que también habríais dudado, que el politono me había costado dos pavos...

Nota: este artículo contiene pequeñas verdades y grandes mentiras, así que haced el favor de colgar el teléfono, no hace falta que llaméis a los de asuntos sociales. Sobre todo quiero aclarar que el Doctor Rolando sí existe, es un pediatra fenomenal de Toledo, pero es completamente falso que nos clavara, todo lo contrario.

* Este post lo escribí en pleno Agosto, por eso hablaba del calor que hacía.

12 comentarios:

lafuturaalba dijo...

Espero que para cuando tenga uso de razón no lea esto, porque si no, vas al asilo de cabeza!!!!

Que descompensación, madre mia!

Anónimo dijo...

Qué cabronazo que eres, jajajajajaja
Di que si, que se vaya curtiendo!!!!

SanMiguel0.0 dijo...

Pues cuidado con la cerveza, que yo empecé así, y ahora le da al vermú con ginebra y aguanta más que yo. Y eso que la cerveza era sin!

FelipedeB. dijo...

No, sí yo quería hacer lo mismo con Sofía, pero su madre empezó que qué iba a decir la gente, que íbamos a salir en los telediarios, que lo que les faltaba a los periodistas del corazón...

FelilpedeB. otra vez dijo...

Por cierto, a ver si me pasas el libro ése, que en cuanto suelto el mando, Leonor me lo quita.

eva dijo...

q fuerte....!!!si eso es con la segunda..yo q soy la 3!!!!joer.......menos mal q no tenian blog mis padres q sino...

ANTICLEA dijo...

Pues con el tercero es aun peor, no solamente sale en body a pasear, sino que tambien le lleva arrugado, recién cogido de la cuerda. Y del carrito de última generación que se olvide... a aprovechar el de sus hermanos y sin tantas monerias, que si la sabanita de abajo, la de arriba...nada de eso, con la nana y a lo práctico.

Y todo esto sin remordimiento alguno, pero eso si, con mucho cariño.

angelote dijo...

Estoy con el primer comentario... ¿eres consciente de que algún día Alba puede leer esto y echártelo en cara? ji, ji, ji

Diario dun neno labrego dijo...

Y depués hablan de los de Albacete. Menudo Padrazo que etarás hecho.

Quique dijo...

Eva, pues ser la tercera te ha hecho una persona muy especial y con mucho aguante, mira que bien llevas al Wy, ja ja.Un besote.
Anticlea, lo tuyo tiene mucho mérito, eres una valiente. Enhorabuena y un besazo.
Don Felipe, aunque yo sea republicano, es un honor tenerle en este humilde blog. A sus pies.
Angelote, no me asustes, anda. Si seguro que cuando Alba crezca ya no se utiliza Internet, habrá otras historias nuevas y esto sólo lo utilizaremos los viejunos. Abrazos.
Juanjo, ¿no actualizas el Iris, o es qué tienes página nueva?Abrazos, padrazo.

Unknown dijo...

Ahora entiendo por qué mis hermanos me tienen tanta envidia... es que SOY LA MAYOR!.

Patatastraigo dijo...

Haberte quedado con el politono... Temazo!