42 años han pasado desde aquella escena. Los niños que entonces apenas andábamos ya peinamos canas (en el mejor de los casos, en el peor no hay nada que peinar) y ahora tenemos a nuestra disposición más canales de televisión, más redes sociales y más cacharros de los que podemos soportar para informarnos o, en muchos casos, desinformarnos, sobre los partidos a los que votaremos.
Se vienen otras elecciones generales, las terceras en cuatro años, más abiertas que nunca por la cantidad de partidos que aparecen tanto en la izquierda como en la derecha, y en las que nuesto voto servirá para decidir qué diputados o diputadas van a ser elegidos por nuestra provincia y también, en último término, para determinar quién será el presidente de nuestro país durante los próximos cuatro años.
Centrándonos en mi provincia, Toledo, se trata de elegir 6 diputados. Veamos los resultados de las últimas elecciones generales de 2.016:
El PP obtuvo 3 diputados, el PSOE 2 y Podemos 1. En esta
ocasión la batalla va a estar mucho más abierta, ya que, ante el probable
desplome de los populares, Vox y Ciudadanos obtendrían 1 escaño cada uno. De tal forma que pasaríamos de los tres actuales a tener cinco partidos representándonos a los toledanos y toledanas en el Congreso de los Diputados. Siempre y cuando Podemos conserve el suyo, que está por
ver, como veremos más adelante.
Con encuestas tan dispares como el gusto del consumidor de turno, con resultados del CIS más o menos
cocinados y con un batallón de indecisos del tamaño del ego de Cristiano Ronaldo, adivinar los resultados del 28A es tan arriesgado como adentrarse en el cuarto de tu hijo adolescente. Aun así, apuesto que al final los resultados se moverán en estas horquillas:
• PSOE: 110.000 - 130.000 = 2/3
• PP: 80.000 - 100.000 = 1/2
• Ciudadanos: 50.000 - 60.000 = 1
• Vox: 40.000 - 50.000 = 0/1
• Podemos: 40.000 - 50.000 = 0/1
PP y PSOE, suerte desigual
Todo indica que los dos partidos clásicos tendrán suerte desigual: el PSOE subirá notablemente en votos, pudiendo incluso alcanzar un tercer escaño, y en cambio el PP bajará con estrépito, aunque dudo que tanto como dice el CIS, que le concede sólo la mitad de los votos que obtuvo en 2.016. Todo lo que no sean 2 escaños para mí sería un sorpresón.
Y entre la terna de partidos "nuevos" parece que la cosa estará bastante repartida, dando las encuestas cierta ventaja a Ciudadanos, que obtendría 1 escaño sí o sí (tan claro está que hasta el mismísimo Girauta ha cambiado Barcelona por Toledo), con Vox subiendo como la espuma y muchas posibilidades de hacerse con un escaño, y con Podemos perdiendo gas y probablemente el escaño que actualmente tiene. Entre estas dos últimas formaciones parece que estará la lucha por el último escaño.
¿Cómo se traducen los votos en escaños?
Pues con la aplicación de la famosa fórmula D’Hondt, que consiste en dividir el total de votos de cada partido entre los escaños en juego. En el caso de Toledo entre 1, entre 2, entre 3, entre 4, entre 5 y entre 6, dando derecho a escaño las 6 cifras más altas.
Parece complicado pero no lo es. Lo vemos tomando un valor probable dentro de esa horquilla que os comentaba:
- PSOE: 120.000
- PP: 100.000
- Ciudadanos: 55.000
- Vox: 45.000
- Podemos: 45.000
÷ 1
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÷ 2
|
÷ 3
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÷ 4
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÷ 5
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÷ 6
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PSOE
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120.000
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60.000
|
40.000
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30.000
|
24.000
|
20.000
|
PP
|
100.000
|
50.000
|
33.333
|
25.000
|
20.000
|
16.666
|
Ciudadanos
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55.000
|
27.500
|
18.333
|
13.750
|
11.000
|
9.166
|
Vox
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45.000
|
22.500
|
15.000
|
11.250
|
9.000
|
7.500
|
Podemos
|
45.000
|
22.500
|
15.000
|
11.250
|
9.000
|
7.500
|
Quedándonos con las 6 mayores cifras, los 6 escaños se repartirían dando 2 a PSOE y PP, 1 a Ciudadanos y el que queda se lo tendrían que jugar a los chinos Vox y Podemos.
Lucha a cara de perro entre Vox y Podemos
Es sólo un ejemplo, tramposo, porque empatar a 45.000 es más difícil que sacar a Ortega Cano de una barra libre, pero creo que sirve para ilustrar dónde va a estar la chicha: en el sexto escaño. Podría ir a parar al PSOE -consiguiendo así su tercer escaño- si consiguiera acercarse a los 140.000 votos que le da hoy la encuesta de La Tribuna, pero lo veo improbable. O podría ser, si de verdad el descalabro anunciado del PP es tan morrocotudo que sólo obtiene un escaño, que Podemos y Vox saquen uno cada uno y aquí paz y después gloria. Pero todo apunta a que no, a que la lucha va a ser entre Vox y Podemos a cara de perro, a cara de guau, guau, como diría el mítico Héctor del Mar. Esto es, o saca escaño Podemos o lo saca Vox. Y va a andar la cosa muy apretada. El que más sume de los dos (siempre que supere la barrera de 40.000) se va a llevar el gato al agua. Y la mayor parte de las encuestas apuntan a que el partido de Abascal va a ser el ganador en la capital castellano-manchega.
Así que si os preocupa mínimamente la política, si tenéis filias o fobias a alguno de estos dos partidos, os advierto que quedarse en casa el día 28 puede ser una decisión tan inteligente como confiarle a Gil Manzano el arbitraje de un Barça-Atleti.
Un último apunte. Si piensas votar a alguna opción minoritaria, tipo PACMA, algo completamente respetable, ten en cuenta que en una provincia pequeña es casi imposible que obtenga representación. Fíjate que en 2.016 Ciudadanos en Toledo ni siquiera obtuvo escaño con ¡47.561 votos! Cierto que en esta ocasión el escaño no estará tan caro, probablemente baste con rozar los 40.000, pero es que estamos hablando de que PACMA obtuvo 3.372 en 2.016. Ni multiplicando esos resultados por 10 le saldrían las cuentas.