Esta mañana ha vuelto a nevar en Toledo. En esta ocasión la nieve, tal vez consciente de que ya no es bien recibida, ha caído tímidamente, temorosa, como pidiendo disculpas. Nada que ver con aquella primera nevada del invierno, tan copiosa y mediática.
Y si la nieve ya no nos sorprende, los que sí lo han hecho han sido los almendros, que estos días, echándole un par, se han puesto a florecer. Cierto que con cuentagotas y con menos entusiamo que otros años, pero ahí están, plantándole cara a este invierno loco.
Resulta raro ver sus flores rosadas en medio de este triste paisaje de lluvia y barro. Llaman la atención, como unas farolas encendidas a las 12 de la mañana o Sofía Mazagatos haciendo cola en un comedor social.
Y si la nieve ya no nos sorprende, los que sí lo han hecho han sido los almendros, que estos días, echándole un par, se han puesto a florecer. Cierto que con cuentagotas y con menos entusiamo que otros años, pero ahí están, plantándole cara a este invierno loco.
Resulta raro ver sus flores rosadas en medio de este triste paisaje de lluvia y barro. Llaman la atención, como unas farolas encendidas a las 12 de la mañana o Sofía Mazagatos haciendo cola en un comedor social.
Yo creo que los pobrecillos deben estar un poco descolocados. Se estarán preguntando, "chicos, ¿hemos venido nosotros antes de tiempo o es que este año al encargado de preparar la primavera le ha pillado el toro?"
En fin, esperemos que su valentía tenga premio y que este invierno cabrón no tenga guardada en la recámara ninguna helada traicionera para machacar sus flores recién estrenadas.
En fin, esperemos que su valentía tenga premio y que este invierno cabrón no tenga guardada en la recámara ninguna helada traicionera para machacar sus flores recién estrenadas.
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