Tenemos una tele de risa. Y no lo digo por la serie de los Príncipes, que por lo visto es para partirse el ojete, sino por algunas de las noticias que vemos en los informativos. Os cuento las tres noticias seguidas que han dado en el informativo de Cuatro esta mañana:
La primera, en relación con el atraco a un banco en Cambrils, justo cuando está diciendo el presentador que la policía sigue buscando a los presuntos atracadores y que está repartiendo fotografías de los sospechosos a los comerciantes de la zona, se ve a dos Mossos de Esquadra hablando ¡con un vendedor de la ONCE! Joer, que ya me imagino yo la conversación, el Policía "¿Vio usted a estos hombres?" y el vendedor de la Once "¡vete a la mierda, gracioso!". Y fin de la conversación. Por el bien de la investigación esperemos que lo que en realidad estuvieran preguntando los polis fuera el número del sorteo del día anterior.
Y donde no se tuvo que romper la cabeza mucho la poli para coger al delincuente fue en Morón de la Frontera, el lugar de la siguiente noticia, donde han detenido a una pareja que vendía coca y repartía octavillas de propanganda en las que ponía:«Descuento de cinco euros por cada gramo de coca que me compres. El arrebato de Morón, en calle Zaharillas 39». Menudo artista El Arrebato de Morón, esto es markéting y lo demás son tonterías. Porque no os engañéis, que el tío no es un pringao, al contrario, el tío es más listo que el hambre, porque vale que le han trincado y estará una temporada en la cárcel, pero ha conseguido una publicidad acojonante para su negocio y cuando salga se va a encontrar el local 'petao' de clientes. Vamos, que el local de Zaharillas 39 se le va a quedar chico, que se vayan preparando los del número 40 que éste les compra el local para ampliar su negocio.
Y para rematar la última notica, otro puntazo, la posible legalización de la marihuana en California, que por lo visto está a punto de caramelo. Dicen que sería beneficioso para el Estado porque recaudaría más dinero a través de impuestos y que ya hasta están dando clases en la universidad para formar a los futuros vendedores de maría. Pero lo mejor es que al final de la pieza sale una señora de 80 años o más fumándose una L del quince. Claro que sí, abuela, legalización, menos pastillas para la tensión y el colesterol y más maría, que es mucho más divertido.
En fin, que lo que hemos dicho muchas veces, que este mundo cada vez está más raro.
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