Hoy es un día para estar contento. ¿Por qué? Porque hoy, 20 después de que se ordenara la redacción de su estudio informativo, 12 años después de que se emitiera la Declaración de Impacto Ambiental, 7 años después de que se licitaran las obras, 6 años después de que se adjudicaran las mismas, se ha inaugurado el tramo Toledo-Torrijos de la autovía A-40.
Un tramo de sólo 22 kilómetros. Es decir, prácticamente a kilómetro por año. Olé y olé. Y todavía lo inauguran nuestros políticos con sonrisas, aplausos y llamando a la prensa. ¡Manda huevos!
Hace 4 años escribí esto sobre el proceso de construcción de esta autovía. Creo que merece la pena leerlo para darse cuenta de que esta inauguración, que ahora puede parecer un éxito, es todo lo contrario, una auténtica vergüenza y una muestra de cómo no se deben hacer las cosas.
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