viernes, 19 de febrero de 2010

Inocencia en medio de la coca - Volver a ser un niño


Inocencia en medio de la coca

Los niños que nacen en las regiones cocaleras son ajenos a las mafias y al conflicto que se nutren de convertir el verde en blanco. Sin embargo, crecen con el estigma de una sociedad que los señala.

La verde esperanza de Colombia está representada en sus niños que corren y juegan con su inocencia en campos y ciudades.

Entre la verde coca que los mayores cultivan en las montañas, ellos también llevan su vida infantil. Lloran y ríen, ajenos por completo a esas ideas de grandes que estigmatizan una planta que por sí misma no puede ser mala ni buena. Muchos de ellos ni siquiera conocen otras ideas, menos maliciosas, según las cuales, esta planta se asocia a rituales y costumbres indígenas.

Niños que van a la escuela por entre campos sembrados de coca, sin terminar de entender por qué esos parajes que llenan de verde sus ojos se tiñen de rojo con sangre de seres amados o conocidos, en una guerra alimentada por el control del negocio de ese cultivo ilícito. Y que al regresar del estudio, juegan entre los matorrales que hacen parte de su hábitat.

La esperanza de sus padres es que ellos, cuando crezcan, no deban empeñar su destino en la siembra y cosecha de unas plantas, inocentes como sus hijos, que la perversidad de los grandes ha hecho sinónimo de plata fácil... y de muerte mucho más fácil aún.

Como habréis deducido por lo bien escrito que está, el texto anterior no es mío. Es el texto que acompañó a la fotografía de Manuel Saldarriaga cuando fue publicada en el diario El Colombiano el 12 de abril del 2009. Esta fotografía acaba de obtener el Premio de Periodismo Rey de España, convocado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la agencia EFE.

Y como la cosa va de la inocencia de los niños, no se me ocurre canción mejor para acompañar este post que ésta de Los Secretos, Volver a ser un niño, que justamente habla de esa inocencia que tienen los más pequeños y que por desgracia luego, entre unos y otros, les vamos arrancando. Os dejo dos versiones, la primera del LP en directo que sacaron Los Secretos allá por el 88 y la segunda una estupenda versión que grabó Víctor Manuel en el 2003 para un recopilatorio llamado "Infancia olvidada" y que yo ni siquiera sabía que existía. Por cierto, que esta semana, concretamente el 17 de febrero, hubiera cumplido el autor de la canción, Enrique Urquijo, 50 años.








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