Maratón de Ciudad Real 2011

Pues ahora sí que sí, ya está hecho, me acabo de apuntar a mi primer maratón, el Maratón de Castilla-La Mancha (o Quixote Maratón) que tendrá lugar en Ciudad Real el próximo 30 de octubre. Acabo de hacer la inscripción en la web http://www.maratonclm.net y de pagar los correspondientes 20 euros de la inscripción. Que encima hay que pagar, tócate los pies...Aunque realmente estos 20 pavos no son nada comparados con lo que cuesta la maratón de Madrid o Barcelona, donde puedes llegar a pagar hasta 70 euracos. Un poco locos sí estamos, sí.

Creo que después de varias carreras menores, un puñado de 10.000 y un par de medias maratones llegó el momento de debutar en la carrera mítica por antonomasia, la maratón, 42195 metros. La distancia que, según cuenta la leyenda, corrió el soldado griego Filípides para llegar desde la localidad de Maratón, donde se dieron de lo lindo con los persas, hasta a Atenas para anunciar a los suyos la victoria de su ejército. La prisa, cuenta la leyenda, se debía a que los persas habían amenazado con ir a por las mujeres y los niños a Atenas en cuantico se cepillaran a los hombres en la batalla. Y la idea de las mujeres, enrevesadas ellas ya por aquel entonces, era, en caso de que sus maridos perdieran la batalla, matarse ellas mismas antes de que llegaran los persas, para que así les jodiera haberse dado el paseo en balde y se quedaran con cara de tontos. De ahí la premura de Filípides en regresar a Atenas a dar el aviso, no fuera que las mujeres, cagaprisas ellas ya por aquel entonces, se mataran en balde. Cuentan que fueron muchos los soldados que trataron de retrasar la partida de nuestro héroe: ¡échate otro botellín, hombre, si no hay prisa! o "¡no vayas tú, Filípides, mejor que vaya el Fanegas y así adelgaza!", fueron algunas de las frases con las que trataron de que dilatara su partida, pero parece ser que no hubo manera y que el bueno de Filípides marchó de inmediato.

Y corriendo a todo correr llegó a Atenas, poniendo tal empeño en la faena que, nada más llegar y tras pronunciar a duras penas la palabra"vikη", (nike, victoria en griego antiguo -no sabemos si de motu propia o por compromisos publicitarios-), cayó muerto.

Eso cuenta la leyenda que podéis leer con detalle aquí, aunque por lo visto hay muy poquito de verdad en ella.

Para el que no se haga una idea de lo que son 42 kilómetros con el ejemplo Maratón-Atenas de Filípides os pongo otros ejemplos más cercanos: es la distancia que separa Toledo de Illescas, o Madrid de Moralzarzal o Navalcarnero. O Ciempozuelos, ese municipio popularmente conocido por albergar durante muchos años un manicomio, que alguno estaréis pensando que es el ejemplo que más casa con mi ocurrencia.

Una preguntilla, para los más aficionados al deporte, ¿sabéis quién tiene el récord de España de maratón? Pues ni Abel Antón, ni Martín Fiz, ni Chema Martínez, quizá los maratonianos españoles más conocidos. Lo tiene el toledano Julio Rey, con 2:06:52, quien, casualidades de la vida, vive en mi barrio y lleva a sus hijas al mismo cole al que va Lucía. Me va a saber mal quitarle el récord el próximo día 30, porque es un tío muy majete, pero el deporte es así... Bromas aparte, considerando que es la primera vez que corro esa distancia y que tampoco entreno mucho (3 ó 4 veces a la semana) mi único objetivo será terminar y luego ser capaz de coger el coche y conducir de vuelta a Toledo. Todo sea que os tenga que llamar a alguno para que vayáis a por mí porque soy incapaz de pisar el embrague para meter primera...hacer el favor de tener el móvil encendido ese día por si acaso.

La táctica de carrera será sencilla: echar primero un pie, luego otro y así sucesivamente hasta completar los 42 km. A poder ser sin tropezar ni comerme ninguna farola. Y luego al llegar a meta tener la lucidez suficiente para no confundir el bote de bebida energética que dan con la botella de vino que regala la organización a todos los participantes. A ver si encima de echo polvo voy a terminar "mamao". Ya os contaré.