Papelón del CSIF

El sindicato CSIF, mayoritario en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, se ha retratado (nunca mejor dicho viendo la foto de la izquierda) en los últimos días. Si hasta hace unos meses se mostraba, en muchos aspectos, más combativo y coherente que sus colegas de CCOO y UGT, ahora, por arte de magia -o de cambio de gobierno- su actitud ha cambiado radicalmente. 

Lo digo porque:

• No apoyó la huelga del sector público que convocaron los demás sindicatos. 
• En la mesa sectorial de funcionarios del pasado 6 de marzo, en la que se trataban las medidas aprobadas por la Junta (incremento jornada laboral, no retribución bajas, despido de laborales) no vota en contra, como el resto de los sindicatos, sino que se abstiene.
• Su presidente, Juan Pinilla, se reúne con Cospedal y le facilita  una bonita foto y una bonita nota de prensa, en la que se bendicen las medidas tomadas, hablando de "la necesidad de llevar a cabo una serie de esfuerzos y sacrificios" y su carácter "excepcional" y "temporal". Una forma bonita de vender que los funcionarios decimos amén a las medidas tomadas. 

Estas tres cosas me parecen muy respetables, cada cual que vote o se reúna con quien quiera, por supuesto, pero no casan en absoluto con los correos que ellos mismos nos mandan a los funcionarios hablando de lo injustas y nefastas que son esas medidas para los funcionarios. 

Esta actitud de CSIF evidencia una vez más un hecho: es más fácil jugar a la contra. CCOO y UGT batallan con más ardor cuando el rival es el PP y CSIF cuando gobierna el PSOE. Pasa igual con los periódicos. Es más fácil para El País criticar al gobierno cuando éste es del PP, al igual que es más fácil para El Mundo, ABC o La Razón criticar cuando gobierna el PSOE.