Con lo calentitos que están los Madrid-Barça últimamente no veo yo muy factible repetir esto que hicieron los de Interviú en vísperas del Mundial de Italia 90 con algunos de nuestros internacionales más destacados de la época. No veo yo a Piqué o Arbeloa enfundándose la camiseta del equipo rival como hicieron Butragueño o Zubizarreta. También tenía su miga ver a Míchel, uno de los jugadores más odiados por la afición atlética, vestido de rojiblanco. Más información sobre ese reportaje en el blog del periodista Matallanas, pinchando aquí.
También recuerdo haber visto otra foto todavía más curiosa, una en la que aparecían posando juntos los jugadores internacionales del Athletic y los del Barça poco después de aquella final de Copa del Rey del 84 en la que acabaron a mamporro limpio, aquella de Clos, Calderé, Goicoechea, Maradona y las patadas voladoras.
Estaría bien poder ver una foto similar ahora. No debemos olvidar que esto es sólo un juego, un deporte, que tampoco es para tanto, que hay cosas mucho más importantes en la vida. Y que en la vida, como en el deporte, el juego limpio es muy importante, que no vale todo para ganar. Los primeros que deberían dar ejemplo y ser conscientes de que sus acciones y sus declaraciones tienen mucha repercusión en la sociedad, son los profesionales, jugadores, entrenadores, periodistas, etc. Esto que estamos viviendo estos días es cualquier cosa menos deporte. Esperemos que las cosas se tranquilicen y volvamos a vivir y a disfrutar del fútbol de una manera más relajada.
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