jueves, 27 de mayo de 2010

Entre la decepción y la rabia

No sé vosotros, pero yo cada día estoy más decepcionado. Entre otras cosas, porque:

- de aquel exigente "¡hay que reformar los mercados financieros!" que lanzamos indignados cuando se desató la crisis financiera y se concedieron ayudas millonarias a la banca hemos pasado a que sean los mercados financieros los que nos digan "aquí lo único que se va a reformar, so payaso, es tu sueldo, tu pensión, tu sanidad...".

- la crisis siempre la pagamos los mismos y por desgracia cada vez lo asumimos con más normalidad y resignación.

- de aquel ilusionado "¡no nos falles! ¡no nos falles!" a ZP hemos pasado a gritarle acojonados "¡no nos folles! ¡no nos folles!".

- nuestra oposición, incapaz de tener visión de Estado y pensar en sus ciudadanos y su país, vive instalada en el "cuanto peor, mejor" pensando únicamente en las próximas elecciones, donde, salvo giro copernicano de última hora, ganarán con total seguridad.


- cada día compruebo perplejo como la cara de Camps todavía puede ser un poco más dura y el patrimonio de Bono todavía un poco mayor. Tienden a infinito, como aquellas integrales que estudiábamos en BUP. Al final va a ser verdad eso que decía mi profe de mates de que las integrales tienen aplicación en el mundo real.

Pero, entre tanta decepción, he visto esta mañana este vídeo, y como buen atletista, enseguida me he venido arriba. Los del Atleti somos así, con poquito nos ilusionamos.

Se trata de un eurodiputado, Daniel Cohn-Bendit, diciendo verdades como puños sobre la crisis. Y, joder, reconforta y se agradece encontrar a un político que diga las cosas tan claras, con tanta sensatez y con tanta sinceridad. Y tiene más mérito además porque no lo dice en un plató de televisión, en una entrevista o en un mitín. No, lo dice en un lugar muy apropiado para hacerlo, en el Parlamento Europeo, a la cara de sus colegas. Su discurso debería servir para recordarles a ellos y recordarnos a todos que las instituciones y los políticos están para algo y que se pueden hacer las cosas de otra manera, que las cosas se pueden cambiar.


Ojalá más políticos pensarán como él y recordaran que están para trabajar por y para sus ciudadanos, no para el FMI, no para los bancos, no para la industria armamentística o la farmacéutica. Y si primero son éstos y después sus ciudadanos, que lo digan, coño, y que nos ahorren tanta hipocresía, tanta mentira, tanta escenificación, tanto "hay que apretarse el cinturón, hay que hacer un esfuerzo conjunto" y tanta gaita.

Que rabia da comprobar una vez más como lo que manda en este mundo es la pasta y que nuestros políticos, salvo honrosas excepciones, no están ahí precisamente para defender nuestros intereses.

Por el parque con la sombrilla parabólica


La otra tarde, mientras iba de paseo con Alba por el parque, escuché casualmente tres conversaciones que me llamaron la atención. Alguno pensará que 'casualmente' los cojones, escuchar una o dos pueden ser casualidad, escuchar tres significa que vas poniendo la oreja en las conversaciones de los demás. Pensar lo que queráis, puñeteros, pero os juro que no, que fue pura casualidad. A ver si va a ser cosa de la sombrilla del carrito, que hace funciones de antena parabólica...En fin, que me enrollo, vamos ya con las tres historias.

Primera.


Un grupo de niños y niñas de diez o doce años cantando a pleno pulmón "cumpleaños feliz", mientras, en medio del corrillo, una de ellas sostiene su móvil en alto. Al acabar la canción, la niña habla con su interlocutora en estos términos:

"¡Felicidades! ¿Qué quién soy? ¡Pues María! ¿Qué qué María? ¡Pues qué María va a ser, María, de Toledo, tu amiga!"

Un ratillo después me volví a encontrar con el mismo grupo cantando otra vez a grito pelado "cumpleaños feliz" mientras la tal María nuevamente sujetaba su móvil.

Conclusión que saqué “a lo Zapatero”*: Para que luego digamos que los niños de ahora no son majos, ¡mira qué detalle más bonito de María y de sus amigos! Y que casualidad que varios amigos de María cumplan años el mismo día...

Conclusión que saqué tras pensar un poquito**: ...¡ni casualidad ni leches, han marcado un número al azar y están gastando una broma! Josdeputa, y luego encima irán a pedir perras a sus padres diciendo que se les ha agotado el saldo del móvil de tanto llamar a su abuelita.


Segunda.


Un chaval, también de unos diez o doce años, diciéndole a unos amigos, (con la voz esa de "pobrecito yo" que tan bien saben poner los niños cuando quieren) lo siguiente: "Claro, vosotros es que tenéis mucha suerte, porque como vuestros padres sólo trabajan por la mañana, por la tarde están en casa y os ayudan con la tarea, pero los míos no, porque trabajan por la mañana y por la tarde".

Conclusión que saqué "a lo Zapatero": Qué razón tiene el chaval, pobrecillo...
Conclusión tras pensar un poquito: ...pobrecillo, pero suena pelín sobreactuado, para mí que ese discurso lo suelta cada dos por tres, a sus profes, a los abuelos, a los propios padres...El partido que le debe sacar al asunto, sobre todo cuando llegan los reyes o cuando dan las notas y vienen mal dadas. Habría que preguntarle si prefiere que sus padres reduzcan la jornada laboral para que pasen más tiempo con él, en cuyo caso no habría pasta para la play, la wii, las nike, las vacaciones en la playa o la camiseta del Madrid, o seguir como hasta ahora.

Tercera.


Una pareja de ancianos sentados en un banco. Ella le dice a él: "está claro que en esa casa si quieren tener la fiesta en paz, hay que hacer siempre lo que quiera ella".

Conclusión que saqué "a lo Zapatero": En esa casa y en todas, abuela.
Conclusión tras pensar un poquito: En esa casa y en todas, abuela. (Algunas cosas son tan evidentes que hasta ZP y yo las vemos a la primera).

* Conclusión que se saca sobre la marcha, de forma improvisada, sin pararte a pensar.
** Conclusión que se saca a continuación de la anterior y que generalmente la contradice. En muchas ocasiones en medio de las dos se suelta un “ostiaaaa, la he liao parda...”.

viernes, 7 de mayo de 2010

Medir distancias en un mapa

Acabo de hacer un gran descubrimiento: un instrumento capaz de medir distancias. "Pues vaya chorrada, este imbécil acaba de descubrir el metro", estaréis pensando. No, estoy tonto pero no tanto, me refiero a que acabo de descubrir una herramienta capaz de medir distancias pero no físicamente, sino en un mapa virtual, en Internet. Y además de una forma muy sencilla, sin tener que utilizar escalas ni hacer cálculo alguno.

La página en cuestión se llama Gmaps pedometer, (http://www.gmap-pedometer.com) y para variar es de Google, que se ve que tiene la exclusiva de las "ideacas" en Internet.

Para empezar debes meter en el recuadro de búsqueda (el recuadro que está al lado de "jump to") la dirección que quieras, por ejemplo "Avenida de Europa, Toledo", y dar a intro o pulsar en "go". Así aparecerá el plano, que, como cualquier mapa virtual, tiene un zoom y con el + y el - podrás acercarlo o alejarjo a tu antojo.

Antes de empezar a medir, muy importante, selecciona "metric" para que mida la distancia en metros y no en millas "english", que es la que viene marcada por defecto.

Para medir, pulsas en la parte izquierda donde dice "Start recording" y simplemente tienes que ir haciendo doble clic sobre el mapa por las calles que desees. Se irá marcando el recorrido con una línea roja y en la casilla correspondiente ("total distance") aparecerán los metros que tiene. Si en algún momento te equivocas puedes borrar con el botón "Undo last point".

Una opción interesante que tiene la página es que te puede salir un gráfico con el perfil ("elevation") del recorrido. Está bien sobre todo cuando vayas a ir por una zona que no conoces, porque el gráfico te chivará las cuestas que te vas a encontrar, con lo cual si ese día no estás para muchos trotes siempre podrás cambiar de idea y buscar una ruta alternativa. Si quieres que salga tienes que pinchar al lado de "elevation" la opción "small" o "large", porque por defecto viene deshabilitado ("off").

Y otra opción que tiene es un marcador de las calorías consumidas en el recorrido, "calorie counter". Por defecto también está apagado ("off"), para que funcione debes pinchar en "on" e introducir tu peso.

Pues nada, si os gusta andar, correr o montar en bici y queréis saber que distancia habéis recorrido con exactitud esta página os resultará muy útil. Yo ahora voy a medir la distancia entre mi casa y el bar de la esquina. Es que el resultado que me da con el pedometer no me cuadra, voy a contrastarlo utilizando un método más clásico, el cuentakilómetros del coche. Ya de paso me tomaré una jarrita de cerveza, que con tanto hablar de ejercicio me ha entrado sed.