viernes, 12 de marzo de 2010

Un mundo hipócrita: de la Cuba de Toledo a la España bolchevique de Mayor Oreja

Vaya por delante que me parece lamentable la muerte del cubano Orlando Zapata, que me parece injustificable que se persiga, se maltrate o se encarcele a la gente por sus ideas y que me parece muy triste la falta de democracia en Cuba. Ahora bien, ¿por qué se amplifica y se vocea cada "cagada" del gobierno cubano? ¿Por qué no se hace lo mismo con otros países? ¿Acaso hay más persecución o se respetan menos los derechos y las libertades en Cuba que en China, en Guinea, en Marruecos o en Libia, por ejemplo? ¿Por qué estos países no acaparan titulares en la prensa de nuestro país y Cuba sí?

¿Por que Rajoy llega incluso a pedir en el Congreso que el gobierno español invite a la disidencia cubana a la celebración de la fiesta nacional? ¿Acaso pide que se invite a la 'disidencia' guineana, por ejemplo?

Si ante cualquier tema es complicado ser objetivo, me temo que en el caso de Cuba es prácticamente imposible. La gente de izquierdas, seguramente por simpatía, por afinidad con lo que fue la revolución cubana, comete el error de tratar de restar importancia a los errores y a las carencias del régimen cubano; y, por contra, la derecha, en las antípodas del comunismo, los agiganta y los utiliza, además, como arma arrojadiza contra la izquierda española.

En cualquier caso, me parece lamentable que ABC, La Razón y compañía hayan dado a Willy Toledo hasta en el carnet de identidad, llegando al insulto personal en muchos casos, por unas declaraciones en las que el actor daba su opinión sobre la muerte de Zapata. Puede haber estado más o menos afortunado, pero al fin y al cabo lo que ha hecho Willy Toledo ha sido simplemente dar su opinión, que tiene todo el derecho del mundo a expresar, como todos. Y como la prensa conservadora ha sacado únicamente la parte que le interesaba, ésa en que el actor dice que Zapata es un delicuente, te invito a que pinches aquí para que oigas su declaración íntegra y saques tus propias conclusiones. Yo no estoy de acuerdo con todo lo que dice, pero sí con buena parte. Y lo que sí tengo claro es que se le ha atacado de esa manera tan desmedida porque algunos no perdonan su papel destacado contra la guerra de Irak.

El aborto bolchevique

Y si hablamos de hipocresía y de doble rasero aquí tenemos otra muestra, en este caso a cuenta de la nueva ley del aborto. Iba a dar mi opinión, pero justo entonces leí la del "maestro" Nacho Escolar, y pensé, con buen criterio, que mejor me estaba quietecito y me limitaba a copiar y pegar su genial artículo.

En la penúltima manifestación del siglo contra el aborto, hace medio año, la empresa Lynce –que suma el número de asistentes uno a uno por medio de fotos aéreas– contó 55.316 manifestantes. Los organizadores dijeron dos millones, treinta veces más. Ayer, otra vez en la calle, Lynce contabilizó 9.726 manifestantes contra el aborto. Los organizadores, después de consultar con su bola de cristal, presumieron de 600.000, sesenta veces más. De estos interesantes números se deducen dos datos: que las protestas contra la nueva ley del aborto van a menos, y que la imaginación y la demagogia de los antiabortistas van a más. A muchísimo más.

“El aborto forma parte de las viejas recetas de los totalitarismos que han asolado Europa”, dijo ayer Jaime Mayor Oreja, mientras lloraba como manifestante lo que no supo defender como ministro. Es “algo de bolcheviques”, insistió en la autocrítica el vicepresidente del grupo parlamentario del PP europeo, que debería explicar estas cosas a sus socios en Bruselas. A la CDU de Angela Merkel, que mantiene en la comunista Alemania una ley de plazos casi idéntica a la española. O a Sarkozy, ese conocido bolchevique que permite que en Francia los plazos sean, en algunos supuestos, más amplios que en la roja España.

Nuestra nueva ley es tan “totalitaria” que ya no seremos la clínica abortista de Europa. El aborto será libre durante las primeras 14 semanas, sin necesidad de que la mujer tenga que mentir a un psiquiatra; pero estará más restringido que con la vieja ley, donde se podía abortar incluso con 8 meses. Ayer el PP, que prefiere el aborto hipócrita, anunció que recurrirá la reforma ante la tercera cámara, ante el Tribunal Constitucional. También prometió que la derogarán cuando gobiernen. Lo mismo que Fraga con la ley del divorcio.

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