Loquillo: "A partir de cierta edad hay que reivindicarse

Loquillo ha sacado disco. Se llama "Balmoral" y esta canción que os pongo "Cruzando el paraíso", en la que colabora el actor y cantante francés Johnny Halliday:

Loquillo tuvo muchísimo éxito a finales de los 80, sobre todo a raíz de aquel disco doble en directo “A por ellos... que son pocos y cobardes”. En aquella época le gustaba a todo el mundo, estaba de moda, en los bares y en las radios sonaba mucho aquello de “siempre quise ir a L.A., dejar un día esta ciudad, cruzar el mar en tu compañía…” o “tu madre no lo dice, no, pero me mira mal”. Recuerdo que estuvimos en un concierto suyo en Madrid, en el auditorio del Parque de Atracciones, viendo a Loquillo con su banda, Los Trogloditas, y sonaban de la leche.

Antes de aquel boom a mí ya me gustaba Loquillo, teníamos varios discos suyos muy buenos, como "Mis problemas con las mujeres" o "Morir en primavera". Después le fui escuchando menos y en los últimos tiempos confieso que apenas le he seguido.

Eso sí, su pose de rockero chuleta, provocador, con esa estética de "rocker" americano, confieso que nunca me entusiasmo. Me gusta más la gente sencilla, en todos los ámbitos, también en el de la música, gente como los Urquijo, Rosendo, Fito, Ariel Rot o Quique González. Pero a estas alturas, viendo su trayectoria, su actitud siempre crítica con la industria y con el sistema y el panorama musical actual, reconozco que me cae mucho mejor. Se ha ganado de sobra el derecho a ser una “rock n’ roll star” y a comportarse como tal. Con toda la chulería que eso implica.

Os pongo un extracto de una entrevista que he leído en http://www.elperiodico.com/:

–Treinta años de carrera dan para mucho. ¿Cambiaría algo?

–No. A partir de cierta edad hay que reivindicarse. Estoy contento con lo que he hecho. Si alguna cosa me hubiera gustado es haber ganado más dinero. No es que quiera pegarme la gran vida pero así no tendría que hipotecar mi casa para producir películas. Si tuviera pasta, montaría una editorial para poetas jóvenes e invertiría en una escuela de cine. No se me ocurriría comprar viñedos.
MARTA CERVERA/BARCELONA

Este comentario va para mis primos Juanjo y Arturo, que siempre nos ponían en el cassette del coche-en aquellos míticos Renault 12 ranchera y Seat 131 de sus padres- buena música de Ramoncín, Siniestro Total, Loquillo, Rosendo o El Último de la Fila. Buenas influencias, en todos los sentidos.