jueves, 14 de octubre de 2010

La leyenda continúa

Maggie III acaba de estirar sus patitas. Una semana nos ha durado. Y yo me pregunto, y pregunto a Dios, o mejor a San Antón, que como patrón de los animales digo yo que será el delegado de Dios en ese área, ¿qué huevos demonios estamos haciendo mal? ¿Por qué se nos mueren tan rápido todas las mascotas?

Pero ahora no es el momento de buscar una explicación, ahora lo que toca es pensar rápidamente qué hacemos antes de que Lucía se dé cuenta de que se ha muerto su hámster.

Opciones:

a) Le digo a Lucía que el hámster se ha muerto. Así, sin paños calientes. Total, a su edad la "pesambre" dura lo que tardas en preguntarla "¿te apetecen unas chuches antes de cenar?".
b) Me hago el longuis. Eso se me da bien. Usando frases como "¡pues sí que nos ha salido dormilón el hámster!, ¡vaya cacho vaga que es Maggie, siempre acostada!". Y cuando la cosa cante, compro un ambientador.
c) Voy a la tienda de mascotas y compro otro igual. Pero, claro, esto funciona en un primer momento, porque no va a notar el cambiazo, pero con nuestra trayectoria seguro que la semana que viene se muere también el nuevo y volvemos a estar en las mismas. ¡Es tirar el dinero!
d) Compro otro bicho, más duradero. Yo que sé, una tortuga o un canario.

Lo que está claro es que no compro más hámsters enanos, porque esta visto que son más flojos que Paquirrín y Marichalar currando de albañiles, no me jodas.

Actualización del 15/10/2010: Al final escogí la opción a) y la cagué, primero porque Lucía lloró más de lo que yo pensaba y segundo porque su madre después me echó la bronca por no inventarme una historia a lo "prison break" y hacer sufrir innecesariamente a la niña contándole la verdad. Hay que ver que torpe soy. Y es que no termino de aprender a olvidarme de esa máxima que me enseñaron de pequeño: "hay que decir siempre la verdad". Así me luce el pelo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues trabajando tan cerca de políticos ya habías podido aprender de ellos a no decir la verdad, que son muy buenos maestros en ese campo.

Anónimo dijo...

Esta visto el hombre nunca tiene la razón.
Quique me parto contigo.
un saludo David.

ignacio dijo...

Hola quique,el mismo hecho le ocurrio a mi hija arancha hace ya la tira de años ( alrrededor de 30)y la solucion fue buscar un agujerito (siempre hay alguno) en casa por el que se metio cuando se escapo !!! todavia esperan que salga!!! un abrazo para todos Ignacio